viernes, 7 de octubre de 2011

Sub tuum praesidium confugimus

Mujer, eres tan grande y vales tanto,
que quien desea gracia y no te ruega
quiere su desear volar sin alas.

Memoria de la santísima Virgen María del Rosario. En este día se pide la ayuda de la santa Madre de Dios por medio del Rosario o corona mariana, meditando los misterios de Cristo bajo la guía de aquélla que estuvo especialmente unida a la encarnación, pasión y resurrección del Hijo de Dios. (Del Martirologio Romano para el día 7 de Octubre)

La Fraternidad Sacerdotal de San Pio X ha emitido un comunicado oficial donde pide intensificar especialmente en el día de hoy la cruzada de rosarios con motivo de la reunión que van a tener los superiores de la Fraternidad en Albano para considerar su respuesta al ofrecimiento de la Santa Sede. Como católicos no podemos sino secundar esa obra de fe y pedir a todos que hoy recen un rosario completo, si pueden, y si no al menos cinco misterios, por la resolución de todo este asunto según la voluntad de Dios sumándonos a tantas intenciones y peticiones del mundo entero.

Acudamos a la protección de María como tantas veces han hecho los cristianos desde tiempos inmemoriales. Como hicieron aquel día en que se venció la amenaza del turco en Lepanto, que se convirtió en la festividad de Nuestra Señora del Rosario que celebramos hoy, porque fue el rosario el arma que ganó la batalla empuñada por toda la Iglesia con su cabeza, el Papa, al frente. “¡Adelante, pues! Hagamos esta cruzada con fe y confianza en Dios.”

Empecemos de modo muy sencillo y asequible, ahora mismo. Hagámoslo con aquella oración que conservamos como la más antigua de las dedicadas a María:

Sub tuum praesidium
confugimus,
Sancta Dei Genitrix.
Nostras deprecationes ne despicias
in necessitatibus nostris,
sed a periculis cunctis
libera nos semper,
Virgo gloriosa et benedicta


M.D.